Aunque mi voto siempre es favorable a expandir las alas,
sé que hay ciertas personas que necesitan un ancla.
Personas que no son pájaros,
son globos.
Y suben, y suben
y suben.
Sin rumbo fijo.
Sin poder tocar tierra.
Hay ciertas personas que necesitan un ancla.
Y ella era una de esas.
Y tú eras el contacto con tierra.
Así se quedaba flotando a tu lado,
sin perderse para siempre.
Se movía con el viento
y a ti te gustaba por eso,
porque era libre
en su justa medida,
porque no podía serlo de otra forma
sin perderse.
Y tú eras su ancla.
Y cuando te fuiste
subió
y subió
y subió
y nunca pudo ser pájaro,
así que se fue,
la perdimos.
Y cuando quisiste agarrarla
era tarde para ella.
Era de ese tipo de personas,
que quiere ser eterna
y al final
se desvanece.
Desvanecerse y perderse en lo alto…. Entre las visicitudes de la vida… Un abrazo
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